La música y las compositoras (Repertorio para uso didáctico y en la interpretación)

La música y las compositoras




Es una selección de repertorio de todas las épocas y estilos de música compuesta por mujeres. A pesar del desconocimiento general de este repertorio y la suposición de que, o no existe o es de mala calidad, esta pequeña muestra pretende demostrar lo contrario. 

Todas las piezas provienen de ediciones o manuscritos libres de derechos y responden a la intención de dar un aspecto renovado a estas partituras que apenas se publican. Ni siquiera páginas como la celebérrima ISMLP contienen listados de repertorio completo. En el caso de las compositoras más reconocidas, solo incluyen un puñado de piezas. 

¿Qué ocurriría si solo conociésemos a Beethoven por sus sonatinas o Para Elisa, si una gran parte de su repertorio durmiese olvidado en archivos o se hubiese perdido? Hoy no sería el que es en la historia de la música. Es necesario conocer este repertorio, descubrir las obras conservadas, analizarlas e interpretarlas con el mayor detalle, como se lleva décadas haciendo con la de los hombres consagrados. Solo después podremos juzgar la verdadera altura de estas compositoras. 

El papel de la mujer como artista creadora ha tenido diferente aceptación en épocas y estados, especialmente difícil y borrado desde que, en la década de 1860 ciertos estudios pseudocientíficos pretendiesen avalar una presunta inferioridad intelectual de la mujer. Esto no solo dificultó la participación de la mujer en la vida artística, científica y profesional. También borró en lo posible todo rastro del pasado. En las crónicas sobre música del Renacimiento sí aparecían los nombres de compositoras, pero estos fueron borrados en el siglo XIX hasta hacer parecer que ninguna mujer lo habría hecho por incapacidad propia de su sexo. Esto llevó a afirmar a compositoras del talento de Clara Wieck-Schumann o Fanny Mendelssohn-Hensel que nadie antes que ellas había logrado componer y ellas tampoco lo conseguirían. Estaba claro que el empeño por borrarlas de la historia había triunfado, y sin embargo muchas antes que ellas habían demostrado mejor que cualquier teoría científica basada en estupideces que la capacidad creadora de la mujer era, al menos, igual a la del varón. 

Hay que recordar también que el papel del compositor en épocas anteriores al romanticismo no era más que el de un mero sirviente encargado de proveer música en cantidades industriales. Ser compositor no era la profesión rodeada de glamour que se supone en nuestros días. (Algo reservado solo a los compositores famosos) Las mujeres que desarrollaron una actividad profesional en estas épocas lo hicieron en muchos casos por la misma razón que los varones, era la profesión de la familia y tenían que ayudar con su actividad a la familia. Se atribuye mayor facilidad a las mujeres que pertenecían a una orden religiosa al no tener que atender a hijos, marido y tareas de la casa, pero no es el único caso. Y es que también muchos músicos varones del pasado tuvieron una vida religiosa sin familia y entregados a las tareas de la fe a la par que la música. 
Partitura para evaluar el género del compositor
¿Manuscrito obra de compositor o compositora?

Pero, incluso a pesar de las dificultades por su sexo y la consideración social del músico, muchas mujeres se dedicaron a la composición y no lo hicieron de manera tan mediocre como algunas crónicas recientes se empeñan en acreditar. Algunas con gran éxito en su tiempo, pero su voz ha sido acallada por la historia que se ha centrado en darnos unos nombres como referencias absolutas con los que siempre hemos de compararlas. Muchos libros que se ocupan del tema insisten en esta comparación, desmereciendo su creatividad por no haber compuesto sinfonías u óperas, o no las suficientes. Chopin no compuso ninguna sinfonía, Scarlatti tampoco conciertos u óperas, Bach ninguna ópera, Beethoven solo una que no sería conocida si no fuese por su fama y por sus oberturas. Son tantos los nombres de varones que no encajan en el cliché del compositor idealizado que no alcanzamos a entender porqué debe ser juzgado con tanta dureza la creación de las mujeres comparada con una idea solo real en la mente de la musicología deformada del siglo XX.

El repertorio incluido en la selección "La música y las compositoras" pretende que los músicos curiosos se adentren en un conocimiento de este repertorio olvidado desde la experiencia. Y es que hay muchos libros hablando del olvido y de situaciones discriminatorias, pero falta estudio musical e interpretación. El pasado no tiene remedio, pero el futuro sí. La mejor manera de homenajear el esfuerzo y lucha de estas creadoras es integrar su repertorio de igual a igual en los centros de enseñanza musical y en los auditorios. Con su mérito justo. 

Esta labor no puede ser solo de las mujeres. Igual que no hay música solo para hombres, la recuperación del olvido de la labor de las compositoras no puede ser algo en el que el conocimiento se asocie de nuevo al sexo. Es por ello que todos, como herederos al 50% de los genes de nuestros antepasados, debemos interesarnos por lo que nos han legado, admirarlo y recuperalo. 


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